La historia no se repite, pero a veces rima...revisión del libro "El jinete pálido" de Laura Spinney.
Para muchas personas, nos es difícil conjuntar todas las dimensiones de un hecho histórico, porque no solo es reconstruir la secuencia cronológica de los hechos, sino sus factores políticos, económicos y hasta artísticos, requiere un conocimiento si no de experto pero sí amplio para darle al lector una especie de satisfacción. Laura lo ha logrado.
El libro posiblemente es algo atractivo en estos tiempos donde algo parecido a lo que denominamos gripe o influenza, anda circulando en las diferentes ciudades del mundo, causando muertes y paralizando economías completas. Leer el libro de Spinney pareciera un masoquismo cuando se está encerrado debido a otro virus diferente al de la gripe española. Cuando uno lee las páginas del libro, aunado al contexto actual en parte los relatos de las víctimas que lo vivieron, una gripe que solo en México mató medio millón de personas.
El impacto de la gripe española, se encuentra silenciado. Cuando he revisado libros de historia se menciona poco, el mismo libro reconoce que el interés por la gripe española ha aumentado en tiempos recientes casi un siglo después. La explicación que propone Laura, es que fue un evento donde no tuvo un inicio ni final claro, por lo que nunca se incrustó en nuestra memoria colectiva. A pesar de no recordarlo, fue un evento que cambió la humanidad para siempre, porque 50 millones de personas que murieron no pueden olvidarse tan fácilmente.
La forma de organización del libro sigue una lógica "circular", porque una descripción lineal no sirve para tratar de expresar en toda su magnitud la gripe española, como lo dice Terence Ranger citado en el libro:
"Una narración lineal no sirve; lo que se necesita es algo más parecido a la manera en que las mujeres del sur de África hablan de un acontecimiento importante para la vida de su comunidad. «Lo describen y después trazan círculos a su alrededor, volviendo constantemente a él, ampliándolo e incorporando recuerdos del pasado y pronósticos del futuro"
Y continúa Laura:
"Puede que haya otra razón para que Ranger propusiera una historia feminizada de la gripe española: fueron en general las mujeres quienes cuidaron de los enfermos. Fueron ellas quienes registraron las imágenes y los sonidos de las habitaciones de los enfermos, quienes amortajaron a los difuntos y acogieron a los huérfanos. Fueron el vínculo entre lo personal y lo colectivo"
Uno no se imagina el temor que pudieron sentir las personas y científicos de aquella época; ni siquiera tenían una idea clara de lo que era un virus, los médicos que se enfrentaron no tenían medicinas adecuadas para tratar a los pacientes. Como lo cuenta Laura, lo que podían recetar era aspirina y quinina, medicinas que poco ayudaron a los millones de pacientes.
Los efectos en la cultura son sutiles, y no se muestran de forma explícita. Muchos escritores de la época, no hablan mucho acerca de la enfermedad cuyo evento marcó el siglo XX, citando a la autora:
"Tal vez el silencio más desconcertante es el de la literatura. Por ejemplo, en su estudio sobre la gripe en Estados Unidos, Alfred Crosby mencionaba que ninguno de los escritores «supuestamente hipersensibles» que surgieron en esa época en su país la había abordado: ni F. Scott Fitzgerald (que enfermó al final de la epidemia, mientras terminaba su primera novela, A este lado del paraíso), ni Ernest Hemingway (cuya novia, Agnes von Kurowsky, cuidó a los soldados enfermos de gripe en Italia), ni John Dos Passos (que la contrajo en un transporte militar mientras cruzaba el Atlántico), ni el médico William Carlos Williams (que realizaba sesenta visitas al día en el momento álgido de la crisis). ¿Por qué estos escritores la ignoraron?"
Tal vez en la literatura no estaba explícito, pero sí en la pintura, en aquél tiempo la representación del cuerpo enfermo fue algo habitual. Cuando leía estas páginas vino a mi mente Otto Dix, en sus pinturas no solo se encuentra la guerra, los cuerpos que pintó también parecen representar la enfermedad que estuvo asociada a la guerra. Sería necesario revisar qué tanto influyó la gripe española al arte y literatura de México de aquella época; los únicos países latinoamericanos de los que escribe Laura es Chile y Brasil.
La Ciencia siempre está presente en la obra de Laura, por esto aprecio bastante el libro(la autora es graduada en Ciencias Naturales por la Universidad de Durham). La descripción de la ciencia de aquella época que era incapaz de dar explicaciones, junto a sus limitaciones tecnológicas hicieron que muchos científicos y médicos se sintieran impotentes al enfrentar la pandemia. La historia de la medicina, tiene un especial interés tanto por las ideas como los medios utilizados para tratar con el virus, apenas la epidemiología empezaba a ser una disciplina científica y los microscopios solo podían observar bacterias, lo que limitó mucho el estudio del virus.
Solo hasta en la actualidad, ha sido posible estudiarlo, se ha secuenciado gracias a cuerpos enterrados en nieve y en tiempos recientes fue resucitado en laboratorios ( hubo cierta polémica, sobre esto, ya que se trata de un virus altamente infeccioso). El estudio del H1N1 ha revelado su mortalidad y posible origen.
La pandemia de 1918 no solo afectó a la ciencia de su época, también tuvo repercusiones en la sociedad y en la política. Sobre todo en la implementación de la salud universal y sistemas centralizados dirigidos a responder a nuevas epidemias. Como en la actualidad lo vivimos, solo la salud universal puede ayudarnos a combatir las modernas amenazas que no solo incluyen las pandemias; las superbacterias también se han vuelto un problema reciente que solo la colaboración entre sistemas financiados por el Estado que incluyan laboratorio, universidades, industria farmacéutica y gobierno, podrán ayudar a predecir o aminorar los efectos de un organismo similar a la gripe española. Los efectos devastadores de la ideología liberal o neoliberal se puede ver en los Estados Unidos, donde la salud privatizada ha terminado por revivir recuerdos de la gripe española. Al escribir esta entrada, cerca de 40,000 personas han muerto por coronavirus, y según los especialistas aún no llega lo peor. En la URSS, Lenin fue un impulsor de la salud universal y de la formación de médicos encaminados en estudiar los factores sociales que subyacen a las enfermedades:
"Los soviéticos expusieron la visión oficial del médico del futuro en 1924, cuando el Gobierno instó a las facultades de medicina a formar a médicos con, entre otras cosas, «la capacidad de estudiar las condiciones laborales y sociales que causan las enfermedades y que no solo curen las enfermedades, sino que propongan formas de prevenirlas».Lenin comprendió que la medicina debía ser no solo biológica y experimental, sino también sociológica, y fue más o menos por esa época cuando la epidemiología, la ciencia de los patrones, las causas y los efectos de las enfermedades, es decir, el pilar de la salud pública, obtuvo pleno reconocimiento como ciencia."
Me he limitado a escribir poco sobre el libro, espero haber causado alguna curiosidad para que lo puedan leer a fondo . El libro de Laura a mi gusto debería de ser obligatorio para cualquier persona interesada en temas de salud o sociales. La importancia de los datos, su interpretación y un análisis de las realidades políticas y económicas, no puede quedar fuera de cualquier análisis serio. Además, que el libro permite entender el entramado de lo biológico, político, económico y social. En mi facultad, había leído "autores" que decían escribir sobre lo complejo, personas que solo hacen el rídiculo en poner términos que ni ellos mismos conocen( te estoy viendo Pablo Fernández) . Laura no necesita usar terminología rebuscada para mostrar lo complejo de la gripe española, es el claro ejemplo que con inteligencia y conocimiento es posible usar términos sencillos para explorar la complejidad de la historia.
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